Julián Rodríguez

Nació en Ceclavín, Cáceres, en 1968. Sus obras han sido publicadas por Random House Mondadori: "Lo improbable" (2001), novela; "La sombra y la penumbra" (2002), volumen con tres novelas cortas; y "Ninguna necesidad" (2006), novela; esta ultima fue elegida uno de los mejores libros de narrativa del año por "El País" y obtuvo el Premio Ojo Crítico. En 2004 publicó "Unas vacaciones baratas en la miseria de los demás", que inauguraba su ciclo de libros autobiográficos "Piezas de resistencia".

14.5.06

LO IMPROBABLE en EL PERIÓDICO DE EXTREMADURA

"Una novela del siglo XXI"
JAUME OLIVER - El Periódico de Extremadura (Cuadernos) - 22/9/2001

La narrativa joven, la verdaderamente joven, está ofreciendo durante los últimos tiempos libros que incitan a pensar en una renovación útil de la novela hecha en el estado español. Los casos recientes de Félix Romeo -Discotèque- y Andrés Neuman -Bariloche- son dos de los más interesantes, por el rigor de su escritura, con un lirismo desasosegante, y por el rigor de su propuesta narrativa. A estos dos nombres hay que sumar ya el del Julián Rodríguez de Lo improbable, sin duda uno de los novelistas importantes de esta década que arranca. En cierto modo, hay elementos en la novela de Rodríguez que la emparentan con los otros dos casos citados: lirismo en el lenguaje, muy contenido siempre y hecho de expresiones muy ajustadas; fragmentariedad; elusión; ritmo de la narración perfectamente medido, etc; pero también hay que reseñar que la novela de Rodríguez supera a éstas otras en ese estupendo montaje final, entre Duras y Handke, que nos ofrece la visión de un mundo astillado y sin embargo entrañable; por "familiar", en el sentido que le diera Thomas Bernhard a este término, y por universal.
Las relaciones entre varios amigos, que a la vez son amantes, durante dos semanas de un verano cualquiera, centran la "trama" de Lo improbable, aunque, como se nos dice en la contraportada del libro -nada elogiosa, neutra, raramente reveladora- el eje central del relato lo constituye el amor y sus aledaños: el miedo, el egoísmo, incluso la piedad, que brota al final del libro para enfrentar al lector a un universo de sentimientos corrompidos que se recrea a sí mismo -y tal vez acabe "limpiándose"- a partir de la puesta en escena de todas las pulsiones negativas, como el mismo autor ha declarado.
Lo improbable es una novela nada complaciente por su poca consideración con el lector pasivo, pero resultará muy placentera -está llena de inteligencia, de citas cultas bien disfrazadas y de sugerencias- para el lector activo, aquel que entienda que una obra de arte se construye implicándose en ella por completo. Es más, Lo improbable, que puede leerse de diversas maneras -y releerse con entusiasmo incluso, después de conocer los asuntos fundamentales que la constituyen-, es una novela que crecerá a medida que pase el tiempo, dentro y fuera de la cabeza del lector: la vida vendrá a aumentar su sentido, sus intenciones, algo que pocas veces se puede decir de una obra literaria actual. Realmente una novela fundacional de un nuevo momento de la narrativa española, que esperamos con mucho interés, y realmente una novela espléndida.